En la laguna de Venecia hay una isla que no aparece en los folletos turísticos. Poveglia fue usada durante siglos como vertedero de enfermos. Durante la Peste Negra, los barcos arrojaban allí a los moribundos. Se estima que 160.000 personas fueron quemadas en piras gigantescas que ardieron durante meses.
Pero el horror continuó. En 1922 se construyó un psiquiátrico. La leyenda dice que un médico sádico realizaba lobotomías con taladros manuales y martillos en la torre del campanario, torturando a pacientes que ya decían ver a los fantasmas de la peste.
El médico terminó lanzándose (o siendo empujado) desde esa misma torre. Hoy la isla está estrictamente cerrada al público. Los pescadores locales se mantienen alejados, temerosos de que sus redes saquen a la superficie huesos humanos pulidos por el mar.